EN EL PERRO
Control en el hospedador definitivo en Patagonia Sur
En las primeras campañas se utilizó el tenífugo bromhidrato de arecolina para el diagnóstico y tratamiento. Desde 1975 se utiliza como tratamiento la droga tenicida no ovicida, praziquantel, que administrado en forma planificada y sistemática a una dosis de 5 mg/kg, permite la reducción en forma rápida de los perros parasitados con E. granulosus y la reducción de la biomasa parasitaria en el ambiente. Se administra en comprimidos orales con frecuencias de 45, 90, 180 o 360 días, según la prevalencia de cada región y la estrategia de cada programa. El esquema óptimo consiste en llevar a cabo las desparasitaciones caninas cada 45 días, durante al menos los años que lleve el recambio natural de la majada y la descontaminación del ambiente. El objetivo es eliminar en cada ocasión, las nuevas tenias antes que comiencen a producir huevos, ya que la droga no es ovicida. A medida que la cobertura de la desparasitación sistemática se aproxima a la totalidad de la población de perros en un área determinada, el riesgo de infección para el hombre y el ganado disminuye gradual y progresivamente hasta que la transmisión se interrumpe por completo. (Ministerio de Salud de la Nación. 2009)
Al menos dos dosificaciones deben ser realizadas o supervisadas por técnicos del programa, utilizando un antiparasitario de amplio espectro y asegurando que la droga llegue al estómago del perro.
Los programas de control tienen la dificultad de disponer de la droga antiparasitaria en tiempo y forma, para cumplir con las rondas programadas. Los esquemas de desparasitación presentan como limitación principal la dificultad para lograr una cobertura efectiva, superior al 80% de los perros existentes, en cada una de las rondas de desparasitación planificadas, por dificultades económicas, geográficas, climáticas o por condicionantes socio -culturales, existentes en las áreas bajo tratamiento.